Por Eli Quezada
"El pensamientos es donde
las palabras deben dormir mucho tiempo con el fin de nacer nuevas y puras." (S. Mallarmé)
La propuesta literaria que nos concede, a manos llenas, León Félix
Batista se mece entre la soga templada del equilibrista suicida que, cual
kafkiano ducho, vive prevenido a caer desde las alturas, o lo que es igual a
llevarnos a sentir la euforia de la muerte de lo trillado, piel a piel, o
sentir la indescriptible sensación del vaho putrefacto de la carne, de las
máscaras, o “el hedor” de lo convencional. Y al mismo tiempo crear una suerte
de drama lúdico conjugado a un erotismo natural en forma de… ‘Delirium semen’
que se metamorfosea constantemente ante nuestros ojos. Sus ‘textos’ son eso,
una fábrica mágica de infinitos sentidos que brincan de un libro a otro, que
nos seducen, nos impactan, nos llevan al
‘Paradíso’ y nos devuelven al piélago. Un laberinto entre lo real y lo
imaginario, por supuesto, con todo el simbolismo que facilitan sus letras que,
créanme, no tienen ‘caducidad’…
A propósito de erotismo, dice Carlos Ardavin que: "Desde su
poemario inicial, “El oscuro semejante” (1989), León Félix Batista ha ido
construyendo una obra cuya sustancia principal es el propio lenguaje poético,
aderezado por un erotismo juguetón que se revela casi omnipresente." Y yo
agrego “potenciando el lenguaje a su máxima expresión.” Tomando, justamente el
termino del propio León Félix cuando habla de ‘potenciación’ del lenguaje.
Pienso que para enfrentarse a la obra compleja por inteligente y bien
lograda de León Félix Batista, hay que tener claro los conceptos de
"neobarroco", "neomodernismo, "vanguardismo",
"postestructuralismo", obviamente, porque su obra se
engolosina de todos estos
"movimientos" si se quiere, o, se enrumba desde ese nuevo barroco que
Néstor Perlongher llamara "neobarroso" como para emparentarlo, de forma
lúdica, con el barro. Y justamente, León Félix, como Néstor Perlongher "retoma recursos retóricos modernistas,
como la paronomasia y la aliteración, y produce un discurso que va enhebrando
frases que transgreden la lógica sintáctica por sus excesos.", como bien
dice Jacobo Sefami de Perlongher en su obra "Neobarrocos y
Neomodernistas". Esta característica de ilación y encadenamiento entre sus
obras, y las de sus referentes tácitos como un Lezama Lima, por ejemplo, se
vislumbran en las obras de León Félix Batista...
Severo Sarduy dice del neobarroco: "Espacio del dialoguismo, de
la polifonía, de la carnavalización, de la parodia y la intertextualidad, lo
barroco se representaría, pues, como una red de conexiones, de sucesivas
filigranas, cuya expresión gráfica no sería lineal, bidimensional, plana, sino
en volumen, espacial y dinámica. Textos que en la obra establecen un diálogo,
un espectáculo teatral cuyos portadores de textos son otros textos; de aquí el
carácter polifónico de la obra barroca, de todo código barroco, literario o
no.*
Me he dado, literalmente, una sobredosis de "placer" (Barthes)
con la obra de León Félix Batista, en estas navidades del 2014. Y es curioso
porque, o tengo buen ojo para escoger mis lecturas, mis autores; o pareciera
fríamente calculado. Y es la primera de estas premisas, porque, soy muy
visceral y no calculo nunca. Para mi satisfacción y la del libro de ensayos que
preparo desde hace tiempo, luego de leer a este autor, estoy convencida de que
tenía que embriagarme de su obra pues es uno de los más prominentes no solo de
nuestro país sino de toda nuestra región caribeña.
De León Félix me atrajo la gran aceptación que tiene en Latinoamérica;
los títulos sugerentes de sus obras y, por supuesto, la curiosidad de conocer
su impronta; Y aquí estoy, luego de moverme entre las arenas movedizas de sus
textos y salir ilesa, luego de remover algunas neuronas semánticas para
interpretar los signos y significados sugerentes y sugeridos por este genial
escritor, no puedo más que admirar su genio, su estética del lenguaje
alegórico.
No tengo el placer de conocer personalmente a León Félix Batista, pero lo admiro y lo respeto como icono
indiscutible de la corriente vanguardista que defiende en su obra. Junto a
otros grandes poetas como: Armando Almánzar Botello, Basilio Belliard, (amigos
ambos) Cayo Claudio, José Mármol, Alexis
Gómez Rosa, Ilonka Nacidit, Ángela Hernández, entre otros, conforman ese grupo
de poetas "del pensar", siendo León Félix uno de los más aventajados
junto a, precisamente, Armando Almánzar Botello, un amigo que nos
honra admirar.
Y es que estos dos últimos aportan esas claves del neobarroco, esos
criptogramas irresolutos, o multiplicadores del significado; esa disección del
lenguaje común, esa ruptura con lo conocido y ese aventarse a un vacío
inexplorado como cazadores de nuevos términos… Cultos, unas veces, otras, se
solazan con una jerga entre lo erótico y lo humorístico siempre con una
justificación meramente transgresora. Herederos
estructurales de un Perlongher,
de un Lezama Lima, de un Mallarmé.
Pertenecen al grupo de escritores latinoamericanos que se destacan
dentro de este estilo como José Carlos Becerra, Eduardo Milán, José Kozer,
Roberto Echavarren, Coral Bracho, Eduardo Espina, y otros.
Un ejemplo potable son los siguientes versos de León Félix Batista, de
su libro, Sin textos no hay paradiso, con un introito de Lezama Lima.
(Aunque el titulo anuncia, entre otras cosas, su referencia total.)
Cuando enredabas mi cabello con cariño.*pp.21
...rumor de abejas entre peines viertes.
Lezama.
(…) yo aliso con un peine más
un musculo flexor,
hasta hacer de los enjambres filigranas.
Las cualidades que distinguen, básicamente a un escritor neobarroco son:
Primero: Verdadera preocupación por
la fonética y fonología como medio de crear variados significados... una
búsqueda justificada en los sonidos y la forma.
Segundo: desapego absoluto de las
normas cerradas y simétricas de la escritura. Libertad al ponderar sus textos.
Tercero: importación de términos
científicos, vale decir de la medicina, biología, cibernética, etc. Pero también recurren al
uso de términos soeces, jergas dialectales
y cultismos, neologismos, etc.
Cuarto: ostentan una sintaxis
distorsionada usando los signos de puntuación con finalidades netamente
prosódicas. Objetivo: vulnerar las normas establecidas.
“Como
cuento el accidente nudoso de su eco,
el relámpago que abrió su trayectoria si mi cráneo
Muta en
magma de [trombosis] de aflicción
que me impulsa a recorrerlos.”
(El
Hedor, pp. 19-20)
Primero, León exhibe un discurso arriesgado y complejo, con marcado
apego a signos neobarrocos, citados
anteriormente; pero no se queda ahí, va a por más, es un escritor postmoderno; Segundo, en el tema de la deconstrucción, en
la estética del lenguaje; y en esas búsquedas de un lenguaje elevado, ofrece
versos crípticos, aparentemente cerrados, complejos; pero abiertos a
interpretaciones plurales, creando, "no recreando" (Lezama Lima)
nuevos significantes como significados; y tercero, el uso de la conjunción inequívoca
"humor /erotismo" adusto y sensual, salpicado de posibilidades, sugerentes,
bufonas, carnavelezcas; en fin, construye
un erotismo insinuante y lúcido.
Y cito, Titulo:
Bucear el sur profundo
“Solo
pasa en la succión: que un sólido da en otro
(lubricación mediante) hasta que extrae su opuesto. Nulo
que es redefinir
la manera de auscultar
allí donde hay laderas y redunda la maraña.
Esas zonas de lo mucilaginoso donde un belfo se solaza y la flora
estalla entera:
Brota
un número de mirlos…”
(Sin textos no hay paradiso, pp.45)
He recorrido el diccionario poético, me refiero al genial "Delirium
semen" agotado en su primera edición. Me he sumergido en "Sin textos
no hay paradíso." Leí el alucinante "Caducidad", y justamente,
me detengo más tiempo/lectura en la más
reciente, "Hedor de lo real en la nariz imaginaria." No sé si por la
conjunción (real-imaginaria) y la pasión que me ofrecen esos temas; Y me
detuve, no sé si por el concepto "hedor" que saca toda la podredumbre
y hace de lo grotesco algo bello; y, por el contrario, extrae la putrefacción
de la belleza, como bien pudieron hacer desde la genialidad conceptual,
artística, Marcel Duchamp o el mismísimo Francis Bacon, desde sus instalaciones
(el primero) y/o pinturas, el segundo. O bien, como El Marqués de Sade desde la
literatura...
Y ese bucear dentro de las páginas plurales de este fecundo escritor, me
ha permitido enfrentarme a una gama de nuevos significados que me
enriquecen tanto a mí como al texto, ya
suntuoso en sí mismo.
No soy tonta ni sabía, ya lo he dicho... logro entender con cierta
facilidad, si se quiere, pero en este caso me acojo a la sabiduría Lacaniana
cual quinta enmienda, que reza:
"Comiencen por creer que no comprenden. Partan de
la idea del malentendido radical, fundamental... El momento en que han
comprendido, en que se han precipitado a tapar el caso con una
"comprensión", siempre es el momento en que han dejado pasar la
"interpretación" que convenía hacer o no hacer para alcanzar la
verdad en fuga." Citado por Armando Almánzar Botello,
CAZADORDEAGUA, Jacques Lacan, Seminario III,
Y cito a
Lacan, porque León Félix, es un autor que no todos comprenderán. Esto por la variedad
inescrutable de su pródiga y profunda construcción semiótica. Por supuesto que,
como el mismo expresa, en una entrevista que se le hiciera cuando cumplía
compromisos literarios en Ecuador:
"La
poesía latinoamericana vive una buena época, y se nota más de un punto de vista
estético de ‘abordaje del lenguaje poético’."
Ese
abordaje, en su caso, refiere a esa multiplicidad de posibles significados que
han sido denominados como "corriente neobarroca" vale decir, “neobarroco
como cualquier posibilidad de la lengua", o “potenciación del
lenguaje a sus máximas expresiones (plurales)." Además agregó
que a pesar del buen momento de la poesía, no hay tantos lectores porque
la poesía nunca ha sido popular: “Tiene su importancia que sean pocos, pero que
lo hagan con la pasión que la poesía convoca.” LFB* Para El Universo, de
Ecuador. 27/08/2014
León
Félix Batista, es creador de un diccionario poético de la magnitud ero-lúdica
de "Delirium Semen", plagado de humor, de encrucijadas, laberintos, y
genialidades, y se lo encuadra, si se lo podría, entre los “poetas del
pensar” a que aduce muchas veces Pedro
Granados, pero más que eso, en la nueva postmoderna literatura
post-estructuralista de la que tanto nos propone Derrida. Y cito lo que expresa
(Pedro Granados) en su reciente libro Breve teatro para leer: poesía
dominicana reciente:
"Armando
Almánzar Botello, y, más explícitamente, León Félix Batista exacerbando
en grado sumo los mismos recursos de la “poesía del pensar”— su rueda se salta
de la carreta y terminan cultivando un barroco local, hecho de referencias
cultistas e inevitables nudos de palabras, pero al que mojan también las aguas
tornasoladas del Caribe." (Mediaisla, Andar de ciegos, pp.45).
Un
ejemplo excelente de uno de los textos poéticos, vale decir, palabra que se
convierte en poema en Delirium Semen)
"PERVERSO (adj., del lat. perversus) Nublado como plomo
plenamente carmesí, pero vuelto vecindad, ese tronco de mujer. Y al amparo de
un molusco, de la supereminencia: madreperla para arder mi eucaristía. En el
torno de la mente lo insondable sólo es red, integrado con el delta y el
diagrama de lo mismo. Boca en Babia y anatema de las termas de las formas: el
extracto de temblor de estructuras trans."*(Delirium semen, pp
100)...
Creo que
el autor mueve, conmueve, nos insta a ir a por más, ¡y que es eso si no es
literatura! No es rancio, no es común, no es repetitivo ni aburrido. Es como un
balde de agua helada a nuestras neuronas dormidas; como los cubetazos famosos
en redes, que te hacen despertar si andabas dormido o ruborizarte si
llegas a imaginarte esos versos hechos
realidad en tu morada. Te hacen temblar, unas veces, aterrar otras. Y cito:
"(...)
se va deconstruyendo del embrión desintegrado prefijado en el parámetro
previsto.... piltrafa antropomórfica, suceso de un substrato: oxido de exoesqueleto...
(....)
halito del elemento muerte. (...) parásito sin huésped del abismo
metabólico. (El Hedor,
pp.40)" LFB
Es, la estética de León Félix Batista, primero, perspicaz, porque no
todos pueden llegar a este resultado donde sobreviene un caos anunciado, una
trabazón razonable y ordenada del discurso, en este caso, poético. Deconstruye
con tan sabia tesitura, que el destacado escritor, José Kozer, define como:
"... en ese punto en blanco al cantar, sobrio, casi seco... “ Yo digo adusto. Escribe con el firme propósito
de obligar al lector a resolver el sentido o los sentidos, porque, generalmente
son textos abiertos. Textos que dejan una punta de hilo para ser destejido al
antojo del lector. Subjetivo y complejo, nunca light. Fíjense en el siguiente
texto:
“Narrando
sólo nudos precipita su reloj desgarraduras: sólo así tendrá sentido -por su
descomposición- el vacío en que se hubo disgregado." (El hedor, pp.61)
Y a eso
sumo lo que Batista contesta cuando se le pregunta sobre los mecanismos de
construcción de su obra:
"Prefiero
quedarme en exhibir el mecanismo: dejar abierto el dispositivo textual, con
todos los pernos desenroscados y sobre un charquito de aceite grueso. Mecánica
incompleta, disfuncional: termine de armar el aparato usted, aunque yo no haya
incluido las instrucciónes." Y
agrega:
"He escrito o vociferado por ahí mi
aborrecimiento o indiferencia por lo considerado establecido en la poesía. Lo
que Kozer llamó, con certidumbre y brillantez, “lenguaje sierpe”.
En la
contratapa de "Hedor real en la nariz imaginaria, Benito del Pliego dice:
"Batista
potencia de un modo sorprendente la diferencia (derridiana) para que el
lenguaje no cese de generar sentidos de los que el lector es un agente
fundamental, nunca un mero receptor."
Finalmente
los quiero dejar con una frase que extraje de su obra "Mosaico
Fluido", donde Claudio Daniel dice:
"León
Félix Batista es una de las voces más originales de la nueva poesía que se está
gestando desde el Caribe. "
Y yo lo
suscribo con marcador fluorescente amarillo, y agrego, para concluir. León
Félix Batista es uno de los más grandes poetas contemporáneos dominicanos y uno
de los más originales en la literatura
latinoamericana que hoy se exhibe y se exporta al mundo entero. Genial, plural,
lúdico, y vanguardista: su obra no es para todo público.
Copyright@Elizabeth Quezada. Derechos reservados,2014
León
Félix Batista. Nace en Santo Domingo, 1964. Reside en Brooklyn, New York,
desde sus recién iniciados veintes. Sus libros son El Oscuro Semejante (Santo
Domingo, Egro, 1989), Negro Eterno (Santo Domingo, Taller, 1997), Vicio
(Santo Domingo, Taller, 1999) Crónico, segunda edición de Vicio
(Buenos Aires, Tsé-Tsé, 2000), La plaquette Tour por Todo (Barcelona,
Las Hojas del Diluvio, 1995), Se borra si es leído, poesía 1989/1999
(que incluye Los rombos de la red, traducciones de poetas
angloparlantes, Santo Domingo, Consejo Presidencial de Cultura, 2000) Burdel
Nirvana (Santo Domingo, Taller, 2001) y la antología bilingüe Prosa do
que Está na Esfera (traducción al portugués de Claudio Daniel y Fabiano
Calixto, editorial Olavobrás, Sao Paolo, 2003). Burdel Nirvana obtuvo a la vez
el premio de poesía de Casa de Teatro y -con el título de Torsos Tórridos-
una Mención Especial en el Premio Internacional de Poesía “Diario de Poesía/Vox
2000”, en Argentina. Mosaico Fluido, 2006Pseudolibro, 2008,
(Premio Nacional Universidad del Este) , Delirium Semen, Aldus
México, 2010, Caducidad, Amargord, Madrid, 2011. Un minuto de retraso
mental,2014, (Premio Nacional de Poesía, Emilio Prud'Homme 2013). Música
ósea, Cascahuesos, Perú, 2014. Aparece en múltiples antologías y revistas
en su país y en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos,
España, México, Puerto Rico, Suecia y Venezuela. Ha sido traducido al inglés,
portugués, sueco y francés.
Datos
bibliográficos:
Jacobo
Sefami, Neobarrocos y Neomodernistas EN LA POESÍA LATINOAMERICANA II tomo,
actas VIII, AIH.
Néstor
Perlongher, Hule, Buenos Aires: Ediciones Último Reino, 1989, pág. 7.
Severo Sarduy,
«Barroco y neobarroco», op. cit., pág. 175\ Pedro
Granados, Breve teatro para leer: poesía dominicana reciente. Mediaisla,
Andar de ciegos, pp.45)
León
Félix Batista, El Hedor real en la nariz imaginaria, Transtierros, Ruido
Blanco, 2014.pp. 40, 61. -Delirium semen, PDF. Primera edición impresa
agotada.
León
Félix Batista, Sin textos no hay paradiso, Gamar editores, Colombia, 2012 pp.45